Esta enfermedad es la que más ataca a los cultivos de espárrago. Suele comenzar a generarse durante la primavera. Como primer indicio, sobre la superficie se distinguen manchas de color verde amarillento con textura débil y pegajosa. Luego, durante el otoño, el hongo comienza a producir pústulas (abultamientos) sobre los tejidos de los tallos y hojas del espárrago. Las pústulas son de color marrón claro que luego se tornan oscuras, casi negras. Estas pústulas cuentan con innumerables esporas que luego son esparcidas por todo el cultivo.
La roya del espárrago provoca limitaciones en el desarrollo de las plantas. Infecta cada órgano vegetativo, debilitándolas hasta ocasionarles la muerte. El daño es mucho mayor durante las primeras etapas del desarrollo del cultivo. En el caso de que se produzca una gran epidemia, su control y eliminación será mucho más difícil de llevar a cabo.